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flotación

La terapia de flotación fue creada hace más de 60 años. Consiste en acostarse en un tanque de flotación que se llena con 1000 litros de agua caliente (a temperatura del cuerpo humano) a una profundidad de 25 centímetros.

En el agua hay disueltos 500 kg de sal de Epsom de grado farmacéutico (sulfato de magnesio). Esta solución extremadamente densa, como el Mar Muerto, permite a las personas de todo tipo de cuerpo flotar sin esfuerzo y escapar de la fuerza de la gravedad.

El tanque de flotación o Pod está diseñado para eliminar todas las distracciones externas como el sonido, las sensaciones táctiles y, por supuesto, la gravedad, debido a la extrema flotabilidad del agua.

 

Una vez que se haya asentado en la cápsula, es prácticamente imposible distinguir entre las partes del cuerpo que están en contacto con el agua y aquellas que no lo están, en realidad "engañan" al cerebro para que se crea que está flotando libremente en el medio -aire.

 

La estimulación reducida encontrada en el Pod reenfoca la atención del individuo a los estímulos internos. Al principio, esto incluye las sensaciones novedosas de flotar sin esfuerzo en la oscuridad y la tranquilidad, pero lentamente, tanto la mente como el cuerpo son conducidos hacia un profundo estado de relajación. Esta relajación se ve aumentada por la absorción de magnesio en el agua en todo el cuerpo que provoca la liberación de tensión muscular.

 

A medida que las sensaciones físicas se vuelven menos notorias, la actividad mental puede aparecer en primer plano.

Finalmente, el desfile de pensamientos disminuye y la mente entra en un estado de meditación.

 

Se recomienda flotar de tres a cinco veces para comprender inicialmente el proceso de flotación y comenzar a cosechar sus ventajas a largo plazo. Los beneficios son acumulativos, lo que explica por qué los devotos de la flotación incorporan esta terapia en sus vidas cotidianas.

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